Creo
yo que la pobreza es injusta. Que es injusto que haya pobres; y no digamos de
esos pobres que no tienen qué comer, de los que se mueren de hambre, vaya. Hace
muy pocos días leí que el merdellón e imbécil Iñaki Urdangarín decía, si pagaba
la fianza impuesta, por ladrón digamos, que se iba a ver en una tesitura o
situación de “empobrecimiento injusto”. ¡Qué atontao e indecente! Ya digo que concibo
que toda, cualquier pobreza, es un sinónimo de injusticia. Pero que este mierda
diga que se va a empobrecer me pone de los nervios y me veo abocado a tricotar –me
relaja a mí eso, no lo había dicho-.
De
esto hace unos días, pocos. Ayer, día 11, la podredumbre descubierta ya le va
llegando a Arturo Fernández, uno que farda de ser el más honrado del mundo mundial
y concursa para proporcionar los servicios en organismos públicos. O sea, que
se vaya sabiendo, los de la trama Gürtel, Bárcenas, Correa, Sepúlveda y Ana
Mato… Díaz Ferrán, el mencionado Arturo Fernández, Ignacio González con su
vivienda en Marbella, Urdangarín el besugo, y, a qué seguir, un etcétera inmenso
y concurridísimo. Todo esto, o todos éstos, mejor dicho, tienen un común
denominador, que es lo que hoy llamamos dinero negro, o B, o caja B. ¿Esto no
es, en fin, Fraude Fiscal, del que se hablaba no hace mucho y que, Gaspar
Llamazares entre otros, denunció que era el real mal de la economía de nuestro
país, el causante de la crisis, incluso la crisis misma? Tampoco hace tanto que
yo, basándome en esos datos, propugnaba que se acrecentara la nómina de
funcionarios, de inspectores que controlaran ese asunto, el del fraude fiscal.
Ahora Brey, el “preshi”, por lo visto, a los inspectores de policía que
investigaron las cuentas de Bárcenas los ha destituido. Hay que decir, ante
todo esto –y, por supuesto, ante lo que es más, que es lo que aún está
escondido- que qué mierda, que porquería de mundo.
Sin embargo,
siendo todo ello abominable, aún me fastidia más ir oyendo a algunos de los
sufrientes de tales desmanes que ellos también quieren esos sobres… o sea, que
reprueban a los delincuentes a la vez que los envidian. Eso, eso me parece lo
peor, porque significa que esto no tiene fin, si todos queremos lo malo, si
sólo denostamos por no poder hacerlo. Espero que seamos mayoría los que
preferimos que todos tengamos lo suficiente, y no ansias por poseer con
desmesura, aun a costa de que el personal se muera por no tener ni lo
imprescindible.
He ahí a los dos Migueles. Posaban para mí,
pero fui incapaz de sacar una foto mejor que
ésta, que es la que publicó El Patiaz en Facebook,
así pues, reconozco vuestra autoría.
Di
que no acabó el día mal: nombraron Socio de Honor los de “El Patiaz” a Miguel
Salas Lagranja. Eso fue muy agradable y emotivo. Y ahí se ven ambos dos “Gatos”.
Fue emotivo aquello, me encanta a mí ese hombre. Y fue emotivo ver a Mr. RoscowRooms, el ocurrente maestro del escepticismo y de la irreverencia, del cinismo
y hasta de la desvergüenza, el duro y descarado insolente, emocionarse porque
justamente se homenajeaba a su padre. Fue precioso verlo fardar, presumir de
padre. Que no es que no lo haya hecho, tácita o explícitamente, en declaraciones
escritas en alguna que otra ocasión, pero ayer era para verlo, era para verlos
a los dos. Menos mal que se me arregló el día.
2 comentarios:
Anda, zalamero!
Te falta el signo de admiración de entrada, me cagüen diez ya, Miguel.
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