DIGNIDAD

miércoles, 15 de septiembre de 2010

AÚN QUEDA VERANO



Bueno, ya me ha dado el alta Eva, ya puedo correr –me ha dicho que con cautela, observándome, oyendo los avisos que pueda darme el bodi y haciéndole caso- y voy a decir casi las últimas cosas acerca de este verano de tanta vorágine.

El fin de semana siguiente al de la entrada anterior, nos fuimos a Tarragona. Marialuisa se ha cambiado, con la tía Luisa, de casa. Ahora vive al lado del Foro. Jo, qué majica es esa ciudad. Qué verano más romano he trasegado –se me valga la palabrica-. Coincidió que estuvimos en las fiestas de Sant Magí, que es como llaman a su patrón, San Magín. Aún tuvimos ocasión, entre tantos actos como había, de ver, en el Campo de Marte, a la Unió Musical de Tarragona, que nos deleitó con su buen hacer. Pillamos un trocico en el que tocaban algo de Shostakovich –Folk Dances- y otro de Tchaikovsky –La Marcha Eslava-. Bueno, de fábula. Nos asomamos luego a la Plaça del Pallol y nos comimos unos creps buenísimos. La plaza es un encanto, cerca de la de la Font, hacía fresquico… en fin, muy bien en todos los sentidos. Pero dejo Tarragona, que se hará largo.

El lunes, el 16, ya estábamos en Tauste y pudimos asistir a la representación programada de “Bosque de bosques”, de Joaquín Araújo. Se llevó a cabo en la piscina. No creo que sea una obra capital del teatro mundial de todos los tiempos –aunque creo que se puede disculpar al autor por ser la primera que escribía y que su intención era el afán divulgativo, más que nada- ni que la puesta en escena fuera una maravilla. Sin embargo, se me ocurre decir que creo que está bien que se haga este tipo de actos, pues pudo hacer pensar, tomar conciencia, a gentes que no tuvieran un conocimiento de las cosas de las quemas de bosques, de su trastienda. Además, el momento era el idóneo: el día 18 se conmemoraba el primer aniversario del triste acontecimiento del incendio del Monte de Tauste, y cuyos asuntos siguen como estaban entonces, es decir, nada se ha hecho por parte de las Administraciones supremas –los del pueblo sí, que estamos haciendo lo que podemos, que no es mucho empero-. Aún he de reseñar una anécdota: al finalizar, me vino a preguntar una periodista –bueno, llevaba un micro y, junto a ella, había una cámara manejada por un operario, en cuyos dos artefactos, el micro y la cámara, se podía ver que eran de Antena 3- acerca de mis opiniones y, entre otras cosas, mencioné al autor. Una vez me callé, imagino que cerró el micro y me preguntó: “Araújo ¿qué es?”. Espero que, a ella al menos, le sirviera de algo la representación, que, a ella al menos, falta le hacía enterarse de algo. ¡Qué pena de profesionales hay por ahí!

Y, siguiendo con mi verano, el siguiente fin de semana nos fuimos a Sádaba, a las fiestas. Tuvimos ocasión de ver –en mi caso por primera vez- una “Saca” maja; que mereció la pena, vamos: aparecieron todos los astados –menos dos- a la vez, acompañados de caballos y jinetes –uno de ellos se pegó un tozolón, creo que por culpa del caballero- y a una hora prudencial, de modo que el personal no se cansó en demasía, como me había pasado las tres ocasiones anteriores que había presenciado.

Aún nos fuimos el fin de semana pasado a Bujaruelo, donde estuvimos bien a gusto y bien tranquilos; nos iremos el que viene, el 18, a Oporto, a ver qué hay por allí, además del vino; nos quedaremos hasta el 21, estaremos en fiestas, pero no todas, porque el 25 nos vamos a Málaga, que hay que dar el visto bueno a la casa nueva de mi Carmen. Después, aún habrá acontecimientos, pero ya parece que vamos a estar más quietos por aquí.

Aunque, quién sabe.

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