No ha lugar a comentarios
Caminábamos
Mateo y yo. Está muy bien entrenado, pero, como él lucía mustio esta mañana y yo
aún no puedo hablar corriendo, hemos hecho el recorrido andando. Sin acordarlo,
siquiera.
Tiene un
ahijado, llamado Ary Gani, que nació en India. Ahora, después de unos años
aquí, se ha vuelto. A Jaisalmer. Es oriundo de muy cerca, de Koriya, en medio
del desierto de Thar. Barren las puertas de las casas, no creáis que por estar
en un desierto dejan de ser curiosicos. Y no deja de ser curioso que lo hagan
tan a conciencia en pleno desierto. Y, bueno, será una aldea, pero pedí a su
tío que me llevara a la escuela. Con mucho orgullo me la enseñó, bien
hermosa que es. Me dijo que había unos 55 niños escolarizados. En primaria.
Bueno, mucho
preámbulo va ya. Me ha ido contando Mateo que ya tenían dos hijos, Ary y Sofía,
su mujer. Española, ella. En Jaisalmer han conocido a Gonzalo y Arias, dos españoles,
algo mayores que ellos. No gustan demasiado -por así decir- a Mateo. Han convencido
a Sofía de no vacunar a los niños. Y ahora, el mayor, que tiene alrededor de 6
años, está postrado: ha contraído la poliomielitis. Parece que no va a perder
la vida, pero las neuronas de su médula se han visto afectadas y no puede
andar. Hoy en día permanece encamado y tratan de que recupere algo. Para eso
han de desplazarse a Mumbai, que es donde dicen que hay un hospital que puede
hacer que, al menos, pueda ser autónomo el niño, con fisioterapia y unas
muletas.
No es esto
lo malo. O lo peor. Lo peor es que hace una semana que falleció la pequeña
Lakshmi. Por difteria. Tampoco la habían vacunado, se dejaron llevar por un magufo
de los antes nombrados.
Ahora, se
pregunta Mateo, ¿qué vida espera a los que quedan? ¿A Ary, a Sofía y a
Atithi, que parece que va a quedar paralítico -y menos mal, insisto, que no ha
muerto -?
No
entendemos, ninguno de los dos, que el personal ponga en duda aquello que está
demostrado que funciona. Y sin argumentos. Ser escéptico está bien, cuando se
pueden oponer razones con valor similar a aquello de lo que se duda. Pero,
cuando la cultura no alcanza, cuando no hay nivel, entonces no condice. No se
me ocurrirá discutir las características que dicen que tiene el Lantano. Hay
quienes dicen que la tierra es plana… ¡y es imposible! Pero no nos riamos, que es
serio, que pueden hacer mucho daño: a mi amiguico Ary le han destrozado la
vida, y a Sofía, Atithi y Laksmi. Y a Mateo, que no puede, encima, acercarse para estar con ellos.
Está mustio.
3 comentarios:
Hay gente increiblemente absurda.
Un abrazo Robert, soy Rosa.
Un horror me parece que en estos tiempos se sigan cuestionando las vacunas.... si supieran muchos lo que puede llegar a sucederles... Primero por uno mismo, segundo por la inmunidad general que se alcanza si todos estamos vacunados. Si las condiciones para todos son difíciles, y en algunos lugares del mundo más, no te cuento si no partes con las mismas posibilidades. Todos a sufrir.
Un beso Robert, soy la otra Rosa
Muchos buenos besos, mis queridas dos Rosas. Gracias por opinar, por decir y por colaborar
Publicar un comentario