DIGNIDAD

viernes, 25 de septiembre de 2009

AUNQUE LLUEVA


Leo un artículo de Ignacio Escolar, en la Contraportada del diario “Público”, en el que dice: “Aquellos que piden que PSOE y PP pacten los grandes temas de Estado pueden dormir tranquilos... Puede que ante cuestiones menores, como la educación o la justicia, el consenso sea imposible.” Habla luego de que la gran coalición siempre está ahí para salvar la patria y sus valores. Y cita cuatro ejemplos de esos asuntos de gran trascendencia: la regulación de la prostitución, el aumento de tropas en Afganistán, la no promoción de fiestas en las que se maltratan animales y la reprobación –que no- de las palabras del Papa contra el condón. No niego que sean importantes estos cuatro temas, pero, jo, llamar cuestiones menores a la educación y a la justicia, me parece temerario y me parece inconsciente.

Pienso en los libros de los que he hablado en la anterior charrada y pienso en el asesino –no presunto, joder ya, que lo vieron unos cuantos- de Benjamín Gracia el martes. Igual, a él y a otros así, les podría venir bien leer –y asimilar- ese tipo de libros. Igual esta sociedad tiene que reflexionar algo más y condenar algo menos –o condenarse a sí misma-, porque probablemente, a la vista de los asesinatos de tantas mujeres por sus parejas, de un chaval en el metro porque pensaba de manera distinta, de la chica de 16 años del otro día... o de Benjamín, a la vista de todo esto, como digo, concluyo que la que falla es la sociedad, que no ampara a sus miembros, que los hace víctimas y verdugos.

José Luis, el alcalde, cuando dijo en público que se suspendían las fiestas, habló de que había que reflexionar sobre lo sucedido. Y creo que sí, que se impone hacerlo. Seguro que tenemos todos un dandalo, un runrrún, cada cual el suyo, pero todos alguno.

La sociedad, pienso, es algo más que la suma de sus partes, es decir, que la suma de quienes la componemos. Sin embargo, también creo evidente que su entidad, la cualidad existencial y esencial, se la damos los individuos; en el fondo, es un ente abstracto que nos sirve para echarle culpas y quitarnos responsabilidades individuales. Por tanto, creo que hemos de reflexionar cada uno, que es, por otro lado, como únicamente se puede hacer eso de verdad. Una vez obtengamos alguna conclusión, tenemos que actuar con consecuencia. Así podremos conseguir que cambie el conjunto, el grupo que somos y que llamamos sociedad; la que juzga y condena a sus miembros, pero también la que los educa y por los que ha de velar. En todo caso, hemos de seguir preguntándonos por qué suceden estas cosas y cómo conseguir que nunca más sucedan. Y no inhibirnos en cuanto a comportarnos según hayamos decidido que debemos.

En el tanatorio, con Carmen Gracia Longás, recordábamos nuestros juegos de chicos por los graneros de su casa, yo, por la proximidad en cuanto a edad, con Jesús más bien, aunque también, y no poco, con ella. Durante el silencio en la Plaza, pensaba también en María Dolores y en los dos hijos que les quedan, Enrique y el pequeño, que no recuerdo su nombre... y, aturdido, sigo pensando en que habrá que pensar que algo pasa cuando alguien decide que va a matar a otro, y no deja de hacerlo. A lo mejor le pareció ser menos algo, menos hombre por ejemplo, si no cumplía lo que se había propuesto hacer. También éste es una víctima, aunque haya sido el verdugo.

No son asuntos de pequeño calado, pero no por ello hemos de reblar: hay que afrontar para ver de resolver. La familia no quiere venganza, malo sería. Hay que ayudarles, hay que estar con ellos; este chandrío nos atañe a todos. Igual la educación pudiera servirnos para saber convivir. No entiendo, insisto, cómo pueden ser temas menores la educación y la justicia, ni cómo pueden dejarlos en segundo plano quienes gobiernan. Así sí que vamos aviaos, desde luego.

(Veo que ha sido esto un batiburrillo, una tormenta de ideas y palabras, pero, como no me veo capaz de ordenar ni de expresarme mejor, supongo que por el agolpamiento de emociones y cavilaciones, y como no quiero dejar de decir lo que me pete, aquí -y así- lo dejo)

2 comentarios:

iescolar dijo...

Rockberto, lo de "cuestiones menores" era irónico. Por supuesto que son temas importantísimos.

Rockberto dijo...

Vale, agradezco tu aclaración. Me quedo tranquilo (por lo que había leído tuyo anteriormente dudaba de si estaba leyendo bien o estaba escrito mal lo que cito).
Como me ha ayudado para decir yo lo que quería, también te agradezco que lo escribieras.
Saludos