DIGNIDAD

lunes, 13 de julio de 2009

LO QUE ES, ES... ¿PERO ES COMO LO VEMOS?

Igual ni son novios

Hace unas noches estábamos Mariajosé y yo en el Guacamayo cuando entró un grupo de varios miembros y miembras. Mientras hablaba con Tere Clemente, en un momento determinado precisé decirle algo a Jaime Carbonel, así que toqué el antebrazo izquierdo de aquélla para disculparme por interrumpir nuestra conversación, observando que llevaba un bolsico de mano dorado entre las suyas. Al rato, viendo a Santiago Francés ir y venir de su sitio a la barra con las comandas de los que allí solicitaban el condumio, se me ocurrió pensar en lo cómodo que le resultaba a Fernando servir, si los clientes han de portar sus consumiciones de la barra hasta su sitio. En ésas estaba cuando observé que abría el mencionado bolsico y extraía un paquete de Fortuna. ¿Qué podemos pensar acerca de la propiedad del mencionado recipiente dorado, sabiendo que Santiago y Tere son matrimonio? ¿Que es de ella? Sigamos: al rato, volvimos a encontrarnos a la misma cuadrilla en “Ranas’ House”, o sea, en “Lo Moi”. Cuando nos íbamos a sentar, en la mesa a la que nos dirigíamos estaba el bolsico tantas veces mencionado y, al reclamármelo Pilar Salas como suyo, le dije que había colegido yo que era de Tere. Pues no: Pilar, creo que cuando se fue en el “Guaca” a pixar, se lo dejó a aquélla para que se lo guardara. O sea, la interpretación de lo que parecía más lógico, esta vez había sido errónea. Y mira que tenía lógica la explicación de lo que era real. Pero a veces nos adelantamos, elucubramos... y nos equivocamos.

Hay otro ejemplo de esto que digo: en la Constitución Española se dice, en su artículo 32, lo siguiente:

Artículo 32.
1. El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica.
2. La Ley
regulará las formas de matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los derechos y deberes de los cónyuges, las causas de separación y disolución y sus efectos.

Pues bien, me acuerdo del follón que se armó cuando hubo recursos y todo ante el Tribunal Constitucional por el asunto de las bodas entre hombres o entre mujeres. Yo no tengo mucha idea de cosas de leguleyos, pero, una vez leído el primer apartado de dicho artículo, entiendo que está bien claro que hombre y mujer tienen los mismos derechos, y que no sólo puedan contraer matrimonio el uno contra el otro. El segundo apartado tampoco dice nada en contra de lo que vengo diciendo yo. Interpretar de otro modo esta cosa, que forma parte de aquel todo que en 1978 decidió la mayoría de los españoles que iba a ser la Ley de leyes que iba a ordenar nuestro sistema de funcionar como Estado, es buscar tres pies a gato –no a Miguel, ojo-, pues es cosa simple, clara y concreta. Y, sin embargo, ha habido, y hay, quienes dan vueltas y vueltas, mareando la perdiz, a fin de tratar de quitar derechos a los homosexuales que, como españoles, tienen.

¿Y la interpretación de lo que pasa en Honduras? Ésa es una interpretación más complicada, casi se parece a la equivocada que yo hice de la propiedad del bolsico de Pilar. Pero sólo en lo conceptual, porque, en cuanto a la intencionalidad, no se parecen ni por asomo: la legitimidad de Manuel Zelaya está fuera de dudas, aunque sus maneras hayan dejado que desear. Así que la Comunidad Internacional -¿se sabe qué es esto, este eufemismo en el que se habla de comunidad a cosas que tan poco tienen en común como EE. UU. y Venezuela, por ejemplo?- ha de condenar al mílico Roberto Micheletti, por golpista... Bien, pero yo no tenía aviesas intenciones cuando me equivoqué en el Guaca, sin embargo, ¿qué porcentaje de limpieza tiene el trigo que es Zelaya? Leamos. Esto es parecido a lo de opinar a favor o en contra del cierre de Garoña, que ya comenté el otro día. Que el maniqueísmo es peligroso y, seguramente, equivocado por definición.

Esto de interpretar las cosas tiene su aquél y ha de hacernos cautos, porque, vamos a ver, cuando el otro día mi tío Antonio “Carabinero”, tío mío y de Emeesecé, refiriéndome los chandríos que decía sufrir en la Residencia de Ancianos donde lleva confinado desde enero, acabó diciéndome, tras detallármelos “... y eso, contino”, yo interpreté que lo que me contaba era algo que sucedía de manera incesante y también acertada –es decir, con taute, con tino-, ¿se puede decir que me equivoqué? Cuando mi tío Antonio “Valerico” –tío mío y de Emeesecé, como digo-, hombre zaurín y zereño toda la vida, pero que siempre ha parecido un chicheta por lo inocente y dócil, me hablaba de modo tan vehemente, ¿he de interpretar algo distinto de lo que he dicho?

Puede que sí, ya digo, todo es susceptible de que se le vea otra cara... o casi todo.

1 comentario:

miguelgato dijo...

"Puede que sí, ya digo, todo es susceptible de que se le vea otra cara... o casi todo."

Ya lo decía Mariano Soria:

"La comida de dos pa tres ¡¡mmmmmnnno!!, no es buén arreglo. En cambio el trabajo si, fíjate que cosa mas curiosa"

Un abrazo