DIGNIDAD

martes, 8 de octubre de 2013

¿ES APODÍCTICA ESTA INTERPRETACIÓN? "CHI LO SA!"



El caso es que las del PP no son todas feas, pero malassss... mucho
(ved la del medallón, qué cara de asco envidioso pone a la juez)

     Muchas veces me desvencijo. O me desbarato y desarbolo cuando escribo las ocurrencias cavilatorias (otra palabra nueva, mira por dónde), porque, por ser en no pocas ocasiones complejas de explicar, me salen de considerable magnitud, así que, sin ser mi pretensión, más de un osado que acabe por decidir leerlas, también acaba destartalado y en no pequeño grado.

     Así pues, y por descontado con despacio, en esta ocasión no daré acomodo al enrevesamiento ni seré abigarrado exponiendo lo que, me consta, hay quienes califican como mis devaneos.

     Hay en Sevilla una mujer que es juez y se llama Mercedes Alaya. De ella tengo yo pensado, y no desde hace poco, que algo de amargura arrastra, será por sus formas de desenvolverse, ante las cámaras con ese rictus que parece tanto de desgana como protervo, y en el desempeño de su labor con aparente sevicia. Ignoro, claro es, si acierto. Y, de ser atinada mi impresión o, quizás, intuición, cuál pudiera ser el motivo, la causa, de esa tristeza, vocablo que uso ahora por si la cosa no llega a, como antes he dicho, amargura.

     Tampoco digo que haya que indagar, no sé, algún desengaño amoroso o de otro jaez, como pudiera ser que, manejándose con esa especie de odio-venganza, lo hiciera por alguna carencia o, aún peor, desposesión antigua, que eso igual es a lo que se llama prevaricar, por cierto. Pero ya está, simplemente es otro de mis escurrimientos. No hay que dar más vueltas al asunto. Eso sí, creo que le sería de mucha conveniencia “hacérselo mirar”, como dicen muchos catalanes, que es una expresión que me produce cierto gusto. Y regocijo, cuando se usa en el momento idóneo.

     Por cierto, no voy a hablar de ese tema, me refiero al de la pretensión de Cataluña de dejar de depender de España (no sé si es así la cosa, puede que me confunda). No. Para que veáis.

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