DIGNIDAD

martes, 21 de mayo de 2013

FERIA DEL LIBRO DE TAUSTE 2013 (y II)


 Hubo mucha gente atenta, pero poca como ellas

El colofón lo pusimos con un último apartado que no era otra cosa distinta, no era otra cosa más; en realidad lo veíamos como un compendio de lo expuesto hasta entonces. Y arrancaba –y seguía después- como sigue:

Parece definitivamente demostrado que el hombre aprecia, en primer lugar, su existencia. También parece que está demostrado que, siendo consciente de su finitud, es decir, de que esa existencia que tanto valora no es eterna, y de que nada puede hacer para remediarlo, a lo más que puede aspirar, la única manera que tiene de perpetuarse –digámoslo entre comillas- es a tratar de preservar la supervivencia de la especie, de su especie.

Una forma de realizarlo es procreando, teniendo hijos. Así se asegura de la transmisión de sus genes. Pero también ha tenido presente, ancestralmente por un lado, es decir, desde siempre; y universalmente por otro, o sea, lo han hecho todas las culturas, que la forma de supervivencia universal, la trascendencia, es la transmisión del conocimiento. Del propio y del de los demás. De hecho, aún hoy hay lugares en los que la manera de transmitir ese conocimiento es la oral.

Y cuando se pudo plasmar el saber en algún tipo de soporte más duradero que las propias palabras y los propios recuerdos y las propias vidas, cuando nacieron los libros, en sus formas diversas, nacieron las bibliotecas.

El hombre, ya lo hemos dicho antes, pretende trascender a su propia existencia, así que ha puesto afán en hacer llegar su conocimiento, su memoria, y lo ha hecho de las maneras que su ingenio le han proporcionado.

Hemos dado un paseo por algunos ejemplos de bibliotecas que nos pueden proporcionar muchos placeres por su presencia de exquisita estética, sus formas artísticas en las concepciones arquitectónicas, escultóricas, etc. Pero lo importante son los libros y su lectura sólo precisa de voluntad, y el hombre se ha esmerado en hacer llegar la cultura que atesoran los libros a todos los lugares, a todos los lectores. Una forma ha sido lo que hemos dado en llamar Bibliotecas Móviles.

Se ve el empeño que el ser humano, a pesar de otros, ha puesto por transmitir, como esa mañana había dicho el pregonero de la Feria, José Luis Corral, la cultura a sus congéneres, a pesar de cualquier inconveniente y haciéndolo de la manera más atractiva e ingeniosa.


Aparecían imágenes de los llamados bibliobuses; de motocarros con libros a cuestas; de burros, tirando de carros-biblioteca o acarreando, directamente en sus lomos, unas alforjas diseñadas ad hoc, repletas de libros. Y después, en la imagen que figura sobre este párrafo, se hace hincapié en que es un tanque, aunque sólo se intuya por el cañón, que no sólo está pletórico de libros, sino que, además, muestra una leyenda en un costado que dice: ARMA DE CONSTRUCCIÓN MASIVA.

Hay quien va diciendo por ahí: “No es la biblioteca un mero almacén de libros sino aquel remanso donde se custodia con celo y con mimo todo el saber humano”. Como es una opinión nuestra, la referimos y ponemos aquí, sin más.

Y acabamos la cosa con la foto que vemos debajo, esa viñeta que creó el genial QUINO, en la que Felipe dice a Mafalda la evidencia que ni transcribo.


sábado, 18 de mayo de 2013

FERIA DEL LIBRO DE TAUSTE 2013 (I)




Una de las presentaciones de libros

 Aquí, en Tauste, empezamos la primavera con rasmia: por lo general, se inaugura con la Semana Santa. Luego suelen venir las fiestas; después, el día 1 de mayo, celebramos la Feria del Libro y, finalmente, el día 8, San Miguel. Por así decirlo, nuestro inicio de la primavera es jacarandoso.

Voy a lo que voy, a la Feria del Libro. Pero, para no agotar al personal, voy a dividir esta especie de crónica en dos partes. Es fácil deducir que ésta es la primera, claro.

El pregonero fue José Luis Corral Lafuente, que es el presidente de la Asociación Aragonesa de Escritores. Ya se ha comentado acerca de su discurso en otros lugares, así que sigo yendo al grano que voy. Quise decirle en vivo algunas cosas, por esa cualidad del cargo de la mencionada Asociación, pero me lo impidieron mis múltiples actividades a lo largo del día y lo muy solicitado que estuvo él. Al no poder hacerlo de viva voz, lo diré aquí, en mi blog, que espero que lea. Ambas dicen decepción, como título: me ha decepcionado que no se haya hecho una mera reseña en la página web de su Asociación al Concurso de Cuentos Valentina Ventura, en el que, sin embargo, quienes lo organizan, ponen en lugar destacado que esa Asociación que él preside colabora como jurado. Espero que no sea por creerse superiores en algún grado, o por algún motivo, quienes pertenecen a dicha Asociación, respecto a los lugareños taustanos que convocan dicho certamen de cuentos. La otra cosa que me decepcionó fue ver, en su web, “Asociación” sin tilde en esa oxítona palabra. Espero que subsanen dicho error. Yo, ni citando oso ponerla como está, hoy, 18 de mayo, en la red expuesta.

 Aspecto tempranero de una zona de la feria

Y, fundamentalmente, esta entrada la hago para reseñar algo que apenas se ha mencionado en algunas de las crónicas y que no quiero que se quede arrumbado. Es un asunto en el que colaboró bastante personal y varios y variopintos colectivos. Me refiero a un acto en el que se pretendió rendir homenaje a las bibliotecas y en el que colaboraron ADISLAF Tauste –Asociación de disminuidos psíquicos Las Fuentes-, alumnos del IES Río Arba, alumnado de la Casa de Cultura de Tauste (Taller de Lectura y Español para Extranjeros) y diversos Voluntarios Culturales. La intención era mostrar un trabajo, bastante completito, a base de una presentación con diapositivas, que acompañaran a un texto, con música de fondo. Se pergeñó y exhibió como mejor se pudo.

La cosa se basó en hacer un recorrido, dando definiciones e historia de las bibliotecas, incidiendo en aquellas que han sido emblemáticas, como las de Asiria, Alejandría, Grecia y Roma, las medievales. Finalmente, se centró, por diversos motivos, en las Bibliotecas de Nueva York; en la de Sarajevo, de la que habló Yasminka -una chica Bosnia- y gracias a quien pudimos recordar la torpeza del humano, porque los serbios la destruyeron sin justificación estratégica o necesidad de algún tipo; la de Noruega –leída por Ingum, paisana de allí-, de la que nos sorprendió saber que se hubo horadado una montaña al lado mismo del Círculo Polar Ártico para poder preservar en condiciones óptimas de conservación los originales del Depósito Legal; la de Rumanía, de la que nos habló Adriana, rumana ella, merced a cuya información averiguamos que la construcción de la nueva biblioteca nacional rumana fue paralizada a la caída de Ceaucescu; la de Marruecos, que nos fue introducida por Ikran, marroquí de Nador, quien nos dio a conocer algo acerca de Chukri o Mernissi, dos escritores de aquella tierra cuyas obras son dignas de encomio; la Biblioteca Nacional de España; la Biblioteca de Tauste, de cuya inauguración tuvimos ocasión de informarnos con el deleite que nos proporcionó la lectura de una crónica escrita con esmero y encanto en 1873.

 Para la reivindicación también hubo lugar

Finalmente, el a modo de remate, aparecerá después, en la segunda entrega, que no tardará en salir, y así se da respiro al lector.