El pasado
viernes estuve de cháchara con Mateo. Habló de que lo moderno parece ser
mencionar a los próceres por su segundo apellido (por ejemplo, Zapatero, en
lugar de Rodríguez o de Rodríguez Zapatero), así que lo que procedería, para
seguir estando a la moda, sería decir Brey a Rajoy. Y he decidido que voy a
seguir la moda, al estilo de Mateo. Así pues, el anunciado consejo se lo daré a
ese señor, al Sr. Brey, que es quien va a presidir el gobierno de aquí, de
España.
Es respecto
a cómo manejar la Sanidad, para conseguir paliar, de paso, la crisis económica.
Aunque es bien sencillo, lo marcaré en condiciones: RE-PA-GO. Un repago de diez
euros por cada consulta al médico de cabecera, que se hará efectivo al
solicitar la cita previa con el mismo. Para evitar menoscabo en las arcas del
Estado, el justificante del desembolso será la propia cita, así ni papel se
gastará. Ese dispendio no tendrá descuento ni devengará desgravación alguna.
Por el
momento, explicaré breve y superficialmente las ventajas que esta medida
acarreará. En un principio, para ser didáctico lo haré paso a paso y en un
orden lógico, hemos de pensar en los consumidores que con más frecuencia hacen
uso de este servicio público, los jubilados. Tienen por lo general, como
colectivo, mayor quebranto en su salud, pues son quienes más uso han dado a su
cuerpo, como es de ley suponer. A la vez, es el grupo poblacional menos
productivo, bien entendido, asimismo, que también es el que menor poder
adquisitivo tiene, dicho en modo general. Pues bien, aunando todo ello, es dado
pensar que, toda vez que han de desembolsar diez euracos cada vez que acceden al médico, cuando
lo hayan hecho unas cuantas, empezarán a pensar que no pueden permitirse tal
dispendio, de modo que, aun estando débiles, habrán aprendido que su
indefensión no les es dado solucionarla, o sea, que su salud no depende en modo
alguno de ellos. Estarán en lo que, según definen los psicólogos y los
etólogos, se llama indefensión aprendida. Ello les llevará sin remisión a un
estado de inactividad, de indiferencia hacia sí mismos, de descuido, que será
la antesala de la depresión. Y ésta, de la muerte. En resumen: muchos,
muchísimos jubilados morirán, merced a esto. Y no tardarán mucho. Así pues,
hasta los programas del IMSERSO se podrán suprimir, con lo que el gasto sigue
bajando, como podemos ver. Y tengamos en cuenta que también el desempleo caerá,
pues, por las mismas razones que el colectivo antes aludido, los parados
dejarán de ir al médico, enfermarán y morirán consecuentemente en mayor
cantidad que, de no pagar, lo hubieran hecho asistiendo a la consulta. En fin,
dos colectivos improductivos que desaparecerán, o casi, gracias al Repago.
Como habrá
menor afluencia, podrán ahorrarse muchas plazas de personal sanitario. El
objetivo, sin duda, como puede verse por la tendencia en la que se verá inmersa
la sociedad, es la amortización de todas las plazas de funcionarios de la
Sanidad. Claro que esto es a medio plazo, conforme se vayan produciendo los
óbitos antes vaticinados.
En ese plazo
habrá ido haciéndose preponderante la Sanidad “Para-quien-se-la-pueda-pagar”.
Los profesionales que la atiendan no será preciso que se apliquen demasiado,
pues no tendrán que estudiar ni examinarse opositando: su acceso será por el
procedimiento del nepotismo. De esa manera, al estar el trabajador agradecido a
la empresa que le proporciona el trabajo, desarrollará su labor devolviendo
deudas. Los profesionales muy preparados se irán, claro es, de España: no se
quiere tener aquí a quienes, por su cultura e inteligencia, puedan protestar y
reclamar.
Según he
entendido por su explícito y claro y honrado discurso de Investidura, Brey
tiene pensado hacer cosas de este jaez. Por de pronto, los funcionarios no
tendrán sustitutos cuando se vayan jubilando, ni cuando se den de baja. Ni se
convocarán plazas de empleo público. De modo que la función pública tiene sus
días contados –y tampoco serán tantos esos días pues van a ir reventando los
funcionarios-.
No creo que
en Noruega, donde tienen más del doble de funcionarios que los que tiene
España, y es un país que funciona bastante mejor que éste, tomen nota de estas
medidas para aplicarlas. Sí que parece que tienen a gala un algo que escribió
algún sabio antiguo: “Pocos pueblos cultos son pobres”. Esto podría dar pábulo para
seguir aconsejando a Brey, al nuevo presidente Brey, esta vez respecto a la Educación
y esas cosas. Ahora, aquí, no obstante, no va a ser, pues vuelve a ser largo el
escrito.
Y en un
próximo futuro… ya veré, que ahora el Ebro no baja tan bajo ya.
1 comentario:
Se puede mantener un estado del bienestar como el de Noruega...
Cuando alguien y tu sabrás quien tiene algo de responsabilidad en esto??
A dejado una economía mas parecida a la Marroquí !!!
http://youtu.be/coc_iXSwrAY
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