DIGNIDAD

martes, 20 de diciembre de 2011

MI PRIMER CONSEJO AL PRESI COMO TAL



El pasado viernes estuve de cháchara con Mateo. Habló de que lo moderno parece ser mencionar a los próceres por su segundo apellido (por ejemplo, Zapatero, en lugar de Rodríguez o de Rodríguez Zapatero), así que lo que procedería, para seguir estando a la moda, sería decir Brey a Rajoy. Y he decidido que voy a seguir la moda, al estilo de Mateo. Así pues, el anunciado consejo se lo daré a ese señor, al Sr. Brey, que es quien va a presidir el gobierno de aquí, de España.

Es respecto a cómo manejar la Sanidad, para conseguir paliar, de paso, la crisis económica. Aunque es bien sencillo, lo marcaré en condiciones: RE-PA-GO. Un repago de diez euros por cada consulta al médico de cabecera, que se hará efectivo al solicitar la cita previa con el mismo. Para evitar menoscabo en las arcas del Estado, el justificante del desembolso será la propia cita, así ni papel se gastará. Ese dispendio no tendrá descuento ni devengará desgravación alguna.

Por el momento, explicaré breve y superficialmente las ventajas que esta medida acarreará. En un principio, para ser didáctico lo haré paso a paso y en un orden lógico, hemos de pensar en los consumidores que con más frecuencia hacen uso de este servicio público, los jubilados. Tienen por lo general, como colectivo, mayor quebranto en su salud, pues son quienes más uso han dado a su cuerpo, como es de ley suponer. A la vez, es el grupo poblacional menos productivo, bien entendido, asimismo, que también es el que menor poder adquisitivo tiene, dicho en modo general. Pues bien, aunando todo ello, es dado pensar que, toda vez que han de desembolsar diez  euracos cada vez que acceden al médico, cuando lo hayan hecho unas cuantas, empezarán a pensar que no pueden permitirse tal dispendio, de modo que, aun estando débiles, habrán aprendido que su indefensión no les es dado solucionarla, o sea, que su salud no depende en modo alguno de ellos. Estarán en lo que, según definen los psicólogos y los etólogos, se llama indefensión aprendida. Ello les llevará sin remisión a un estado de inactividad, de indiferencia hacia sí mismos, de descuido, que será la antesala de la depresión. Y ésta, de la muerte. En resumen: muchos, muchísimos jubilados morirán, merced a esto. Y no tardarán mucho. Así pues, hasta los programas del IMSERSO se podrán suprimir, con lo que el gasto sigue bajando, como podemos ver. Y tengamos en cuenta que también el desempleo caerá, pues, por las mismas razones que el colectivo antes aludido, los parados dejarán de ir al médico, enfermarán y morirán consecuentemente en mayor cantidad que, de no pagar, lo hubieran hecho asistiendo a la consulta. En fin, dos colectivos improductivos que desaparecerán, o casi, gracias al Repago.

Como habrá menor afluencia, podrán ahorrarse muchas plazas de personal sanitario. El objetivo, sin duda, como puede verse por la tendencia en la que se verá inmersa la sociedad, es la amortización de todas las plazas de funcionarios de la Sanidad. Claro que esto es a medio plazo, conforme se vayan produciendo los óbitos antes vaticinados.

En ese plazo habrá ido haciéndose preponderante la Sanidad “Para-quien-se-la-pueda-pagar”. Los profesionales que la atiendan no será preciso que se apliquen demasiado, pues no tendrán que estudiar ni examinarse opositando: su acceso será por el procedimiento del nepotismo. De esa manera, al estar el trabajador agradecido a la empresa que le proporciona el trabajo, desarrollará su labor devolviendo deudas. Los profesionales muy preparados se irán, claro es, de España: no se quiere tener aquí a quienes, por su cultura e inteligencia, puedan protestar y reclamar.

Según he entendido por su explícito y claro y honrado discurso de Investidura, Brey tiene pensado hacer cosas de este jaez. Por de pronto, los funcionarios no tendrán sustitutos cuando se vayan jubilando, ni cuando se den de baja. Ni se convocarán plazas de empleo público. De modo que la función pública tiene sus días contados –y tampoco serán tantos esos días pues van a ir reventando los funcionarios-.

No creo que en Noruega, donde tienen más del doble de funcionarios que los que tiene España, y es un país que funciona bastante mejor que éste, tomen nota de estas medidas para aplicarlas. Sí que parece que tienen a gala un algo que escribió algún sabio antiguo: “Pocos pueblos cultos son pobres”. Esto podría dar pábulo para seguir aconsejando a Brey, al nuevo presidente Brey, esta vez respecto a la Educación y esas cosas. Ahora, aquí, no obstante, no va a ser, pues vuelve a ser largo el escrito.

Y en un próximo futuro… ya veré, que ahora el Ebro no baja tan bajo ya.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Se puede mantener un estado del bienestar como el de Noruega...

Cuando alguien y tu sabrás quien tiene algo de responsabilidad en esto??

A dejado una economía mas parecida a la Marroquí !!!

http://youtu.be/coc_iXSwrAY