Anteanoche,
en el trasiego de entre los establecimientos que hollábamos para ir llevando a
cabo el vermú previo a la cena de Nochebuena, me encontré con Jaime Carbonel. Me
dijo que hubo intentado entrar a comentar algo en uno de los lugares de este
blog y, por lo que fuera, no pudo. De modo que se dijo, a la par que desistía
de volver a intentar el cuelgue, “a casca-la”. No recordaba él cuál era en
concreto y yo, cuando me habló de a qué se refería su inédito escrito, recordé
algo, aunque no el asunto exacto. Pero no era lo importante en ese momento.
Me explicó
que se le ocurrió comentar porque había visto y oído en algún medio de los de
televisión que aludían a Felipe de Borbón como Príncipe de Girona. Como es como
es este hombre, me dijo que a él no le parecía mal que dijeran Girona si lo
decían en catalán. Pero que, si hablaban en castellano, lo propio hubiera sido
que no hubieran mezclado, que hubieran dicho Príncipe de Gerona. Yo estaba de
acuerdo, y añadí que si lo propio en castellano era como decía, en catalán debiera
ser Príncep de Girona. Y aún dije más: en aragonés, puesto que ese título le
viene de la Corona de Aragón, debieran haber dicho al mencionarlo “O prenzipe
de Chirona”… Entonces, al pronunciarlo, frené, abrí los ojos bastante y le dije
que no, que había un error, que el de chirona es su cuñado, según parece. Y decidimos
que esta interesante conversación, propia de las vísperas del solsticio de
invierno, había que colgarla en éste o en el blog que fuere.
Nos volvimos
a encontrar, esta vez en otro establecimiento, no entre medias, y en esta
ocasión hablamos, aunque muy por encima, acerca del ordinal que ostentó Ramón
Berenguer, Conde de Barcelona, padre de Alfonso II el Casto (primer rey de la
Corona de Aragón): IV. Aún dijimos algo así como que ya valía de arrogarse
cosas algunos, o sea, dijimos que “algunos están tol día cascando-la”. Nos volvimos
a echar a reír porque no es término que usemos habitualmente y, sin embargo,
aquella noche salió, en dos versiones, en ambas conversaciones.
Bueno, ya
acabo, que el Ebro baja mejoradico: el sábado espero ver cómo acaba en el
Mediterráneo y bañarme en la playa de la Savinosa, ese día y el siguiente.
1 comentario:
Buen escurrimiento tuyo lo de "chirona", sí señor. Aprovecho para aclarar que ese Ramón Berenguer fue el IV conde de Barcelona con ese nombre, casado con Petronila, al que su suegro, el rey Ramiro II de Aragón, le concedió el título de Príncipe de Aragón (nunca fue rey, el rey siguió siendo su suegro y la reina su mujer) para que le gobernara su reino. Pues bien, devolvamos a los catalanes el mismo trato que ellos nos dan y llamémosle "Príncipe Ramón Berenguer de Aragón", que es lo que para nosotros fue, que si fue también conde de Barcelona, eso p'aillos... ¡y a cascala!.
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